Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestra web mediante el análisis de tu navegación en nuestro sitio. Si continuas navegando, consideraremos que aceptas su uso. Para más información, consulta nuestra Política de Cookies.

Aceptar

Más info

Para no perderte ni una sola llamada,

coloca el dispositivo en posición vertical.

; )

Lo sentimos, nuestra web no es muy amiga de Internet Explorer. Por favor, utiliza otro navegador.

Revisión de cicatrices

Casos Reales

Para ver ejemplos reales de este tipo de intervención pincha aquí

Ver fotografías

Tras una herida, ya sea traumática o quirúrgica, el cuerpo pone en funcionamiento un complejo mecanismo para lograr la cicatrización de la piel. En este mecanismo intervienen múltiples tipos celulares, factores de crecimiento y hormonales. Habitualmente, este proceso produce una cicatriz de buena calidad, aunque algunos factores, como la orientación de la herida, factores locales (infección, cuerpos extraños, isquemia, tabaquismo, radiación, trauma, cáncer, insuficiencia arterial, insuficiencia venosa….) o sistémicos (desórdenes hereditarios que afectan la síntesis de colágeno, deficiencias nutricionales, edad, diabetes, enfermedad hepática, alcoholismo, uremia, medicamentos, transfusiones sanguíneas, ictericia) pueden hacer que la cicatriz resultante sea deformante o patológica (hipertrófica o queloidea).

Cicatrices hipertróficas, queloides y anómalas

Aunque las cicatrices hipertróficas y queloides pueden parecer morfológicamente similares, existen diferencias clínicas e histológicas que las distinguen como entidades fisiopatológicamente diferentes. Las cicatrices hipertróficas son elevadas, eritematosas y habitualmente dan prurito o picor. Permanecen dentro de los límites de la herida original. La formación de la cicatriz inicia entre las 6 y las 8 semanas de la lesión y pueden empeorar hasta 6 meses después. Pueden producir contracturas si se localizan sobre articulaciones o a lo largo de una extremidad. La fase de maduración puede durar de uno a dos años.

Las cicatrices queloides también son elevadas y eritematosas, sin embargo, se extienden más allá de los límites de la lesión original. Se producen en individuos predispuestos, y por ello estos pacientes suelen tener varias cicatrices patológicas. Las cicatrices queloides habitualmente ocurren en individuos con historia familiar con cicatrices queloides. No es frecuente que involucionen y no se asocian a contracturas. Tienden a recurrir después de la escisión.

Las cicatrices anómalas pueden ocurrir a cualquier edad, pero son más frecuentes en individuos jóvenes, entre 10 y 30 años de edad. Existe una incidencia mayor de éstas durante la pubertad y el embarazo, así como una disminución en la menopausia y en pacientes de edad avanzada, lo cual demuestra una gran influencia hormonal. Las cicatrices hipertróficas son comunes después de un trauma importante como en las quemaduras, aunque pueden ocurrir después de trauma menor como acné o vacunas. Ambos tipos de cicatrices son más comunes en áreas de tensión.

A tener en cuenta

Existen algunos principios importantes que deben de considerarse durante el tratamiento de cicatrices anómalas (hipertróficas o queloides) entre las cuales se encuentran:

●  Es más eficiente prevenir este tipo de cicatrices que tratarlas y el régimen de tratamiento y prevención puede ser similar, incluyendo el diagnóstico temprano lo cual mejora considerablemente la evolución.

●  Cierre libre de tensión, que puede requerir de colgajos locales o reorientación de las cicatrices sobre las líneas de mínima tensión.

●  Retirada de todo el tejido inflamatorio que puede contribuir a la recurrencia como folículos pilosos, tractos epiteliales o quistes, infección local y hematomas.

●  Evitar traumatizar el tejido circundante y obliterar completamente el espacio muerto.

●  Utilizar medicamentos especiales, materiales de compresión o materiales cubiertos con silicona.

●  Llevar a cabo terapia física indicada por un médico Rehabilitador.

Las cicatrices hipertróficas resultantes de tensión excesiva o de complicaciones de la herida como infección, o retraso en el cierre y cicatrización, se pueden tratar en forma efectiva con cirugía y presoterapia con placas de silicona.

La información contenida en esta página en ningún caso puede, ni pretende, sustituir la información proporcionada individualmente por su cirujano plástico. En caso de duda, su cirujano plástico le proporcionará las aclaraciones oportunas. Si usted está pensando en someterse a una intervención de Cirugía Plástica o Estética, acuda a un Especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética.

¿Quieres saber más?

Rellena el siguiente formulario y nos pondremos en contacto contigo. O llámanos al 985 258 896.

>> ver todas